Hola chic@s. Aquà os dejo la parte final y para mà la más bonita de toda la historia. Seguro que muchos os veis reflejados en las reflexiones finales de nuestra compañera.
Por cierto, ¡¡Felices Fiestas a todos!!
A pesar de pensar que yo iba a ser la única persona-beca-mec que iba a vivir allà me encontré en mi mismo hotel con media España. HabÃa de todo. El hotel era enorme, realmente acogedor… y con unas camas… ¡qué camas!
Una piscina con forma de pez… con un agua que te agarraba por los tobillos para que no pasaras por allà sin meterte. Un jacuzzi con palmeras, una sauna, el equipo de Waterpolo servio que estaba allà alojado, dejando caer sus cuerpos por todas nuestras miradas… fiesta todas las noches… y un montón de risas que se quedaron revoloteando por cada uno de los pasillos.
TenÃamos que coger un taxi-furgoneta de 10 pounds para ir a St. Julians, sÃ, pero os digo… que yo no lo cambio.
Las calles parecÃan enteramente que habÃa pasado por allà Jumanji y al ayuntamiento se les habÃa olvidado recomponerlo… si… pero yo no lo cambio.
Por las tardes hacÃamos, imagino, lo que todos. Nos cogÃamos el bus suicida y nos recorrimos todas las playas de Malta. Seguro que habremos coincidido por ahà más de uno sin saberlo.
En ese pueblito conocà a personitas que jamás pensé que pudieran existir, y sobre todo que tuviera que conocerlas a ¿Cuántos kilómetros de Madrid?
Asà que, chicos, los que tengáis la suerte de ir al año que viene y estéis leyendo esto no os echéis para atrás si no os dicen que vais al famosÃsimo St. Julians. Que sà que aquello es una pasada que es Las Vegas en pequeñito… que haces todo lo que quieres sin avergonzarte porque al dÃa siguiente no te acordarás… que estarás todos los dÃas de juerga… pero… que si te toca otro sitio, no te amargues como hice yo en un primer momento.
Al lado del hotel donde vivÃa me hice un piercing, tres dÃas antes de volver a Madrid. Llevaba desde los 15 años queriendo hacérmelo. Un inocente agujerÃn en la nariz. No me lo hacÃa porque soy una miedica no por otra cosa.
Pensé “¡¡¡Hazte algo!!! Aprovecha, has hecho cosas que no tenÃas pensado ¿qué mas te da volverte a casa con un tatuaje que ponga Bügibba en árabe?â€
Obviamente…xD eso no lo hice… y opté por el piercing.
La misma noche que llegué a Madrid, al ponerme el pijama se me cayó y se me cerró. El segundo acontecimiento triste después del de la maleta XD.
¿La maleta? Me la dieron 24 horas después de pisar Malta. Me estaba esperando en la recepción del hotel cuando volvà de la escuela. Ya no era rosa, era rosa tirando a negro, pero a mà se me antojó igual de bonita que cuando la compré.
El miércoles pasado me perdà aposta por Madrid y pasé por uno de estos sitios que parecen de todo menos una tienda de piercings y me lo volvà a hacer.
No tuve que pedirle en inglés que me lo hiciera desde el cariño porque soy muy medica. No tuve que pedirle que no se le olvidase ponerme todo lo que fuera para que me hiciera el menos daño posible.
Cuando me lo vi en el espejo me acordé de Malta… de aquella azafata que medÃa casi dos metros. Me acordé del primer dÃa de clase en la escuela que me pusieron en un nivel mucho más bajo del que me merecÃa…xD de los escombros que habÃa tirados en mitad de la calle. Del bar de la rotonda que se hizo rico gracias a nosotros.. Del hombre del supermercado que siempre que iba a por provisiones de chocolate me preguntaba qué tal llevaba la garganta porque el frÃo que cogà en el primer botellón se quedó conmigo todo el mes. De St. Julians no tengo recuerdos claros XD y los que tengo no te los puedo contar
Me acordé de todas esas cosas que todos tenemos en la memoria y que no escribimos por miedo a que lo que salga no se parezca ni de lejos a lo que en realidad vivimos en aquel verano, que pasará a la historia como el Verano en Malta del 2007.
Y de vosotros, claro. También me acordé de vosotros: de Triple Malta y de aquel maravilloso dÃa que di con vosotros cuando puse en el google:
“me voy a maltaâ€
Muchas cosas cambiaron a partir de aquel viaje. Otras… siempre seguirán igual pero si me permitÃs os diré que sea donde sea en Malta o en PekÃn está en nuestras manos decidir pasárnoslo de p*** madre a pesar de que la maleta llegue rosa oscuro casi negro.
Yo viajé al fondo de mi misma los mismos kilómetros que separan Bügibba de Madrid y aunque sea de manera inconsciente aprendà lo mismo que aprendiste tú en tu experiencia allÃ. Ahora sólo hace falta darnos cuenta de ello.
He pensado que esta tarde… llamaré al número aquel tan bonito… que acababa en 4… y que intentó llamarme cuando yo me iba de camino a ése sitio que marcarÃa un antes y un después en la forma en la que voy a vivir los veranos de aquà en adelante…
Gracias por leer this story
Un beso a todos!!!
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